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El otoño ha llegado al Empordà: los campos se tiñen de colores cálidos y los pueblos respiran tranquilidad. Es el momento perfecto para redescubrir este territorio único, lleno de paisajes, sabores y rincones que conservan toda su esencia. Desde Ceigrup Torrent API, te proponemos algunas actividades para disfrutar al máximo de esta estación tan mágica.
1. Enoturismo entre viñedos y sabores ampurdaneses
Con el clima suave del otoño, las bodegas del Empordà abren sus puertas para ofrecer experiencias que van mucho más allá de una simple cata de vinos. Visitar bodegas como La Vinyeta, Empordàlia o Mas Oller es una forma ideal de conectar con la cultura local y descubrir cómo el paso del tiempo y la tradición dan vida a vinos con carácter.
Algunas propuestas incluyen desayunos entre viñedos, maridajes con productos locales o paseos guiados por el campo. Una experiencia que combina paisaje, calma y buen gusto.
2. Rutas entre campos y costa
El otoño también es una época magnífica para disfrutar de la naturaleza sin prisas. Las vías verdes que unen Girona con la Costa Brava ofrecen recorridos seguros y tranquilos, perfectos para hacer en bicicleta o a pie.
Si prefieres estar cerca del mar, los Caminos de Ronda entre Calella, Tamariu o Llafranc son una apuesta segura: senderos que se elevan entre pinos y acantilados con vistas espectaculares al Mediterráneo. Ideal para desconectar y descubrir el Empordà más auténtico.
3. Ferias y mercados de otoño
La vida en los pueblos toma otro ritmo, pero sigue llena de actividad. Las ferias gastronómicas y de producto local llenan los fines de semana: la Feria del Vino Nuevo de Peralada, la Feria del Bolet de Llagostera o los mercados de artesanía repartidos por todo el territorio. Son ocasiones ideales para probar productos de temporada, comprar artesanía y descubrir la auténtica cocina ampurdanesa. Además, muchos pueblos combinan las ferias con actividades culturales o visitas guiadas que vale la pena aprovechar.
4. Patrimonio y cultura: pueblos con encanto
Peratallada, Pals, Monells o Palau-Sator parecen sacados de un cuento.
En otoño puedes pasear por sus calles empedradas, admirar sus arcos de piedra y sentarte en una terraza tranquila a tomar un café.
También puedes visitar espacios culturales de gran interés, como el Museo Dalí de Figueres o el Castillo Gala Dalí de Púbol, y dejarte llevar por la esencia artística e histórica de la comarca.
El otoño en la Costa Brava también es sinónimo de tranquilidad. Los días se acortan, las playas se vacían y llega el momento de disfrutar de un ritmo más pausado. Desde la terraza de tu apartamento, con una taza de café y vistas al mar, puedes encontrar ese momento de calma que en verano parece imposible.
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El bienestar no siempre se busca lejos: a veces solo hace falta una escapada cómoda, con todo lo necesario para sentirse como en casa. En Ceigrup Torrent API te ayudamos a encontrar el alojamiento perfecto para pasar unos días en la Costa Brava.